Fuí introducido al Sondo por la recomendación de un poeta coreano que se llama Ko Un cuando estuve muy mal de la salud en diciembre de 1996. Esa enfermedad física me provocó un estado de ansiedad y de inseguridad. En aquel entonces, experimenté por primera vez la energía y cómo funciona en mi cuerpo. Naturalmente, durante la sesión de la práctica he mejorado mi salud física y mental. 

 

Además, a través de la disciplina del Sondo descubrí un estado de armonía con otros, en un ambiente que apoya la aceptación, la tolerancia y la paciencia. Descubrí mis fortalezas y mis debilidades en mi búsqueda personal por la verdad. He empezado a responsabilizarme por mis acciones con buena voluntad y con el deseo de cambiar los hábitos que no son útiles. Todos los ejercicios del Sondo son graduales, aunque me parecía suave. Durante toda la disciplina del Sondo me he convertido en una persona más saludable en todo sentido. Por ejemplo, yo me llevaba siempre los lentes, sin ellos no podía leer, tampoco manejar el coche, etc.

 

 

Hoy en día, las personas van al día con su vida y hay muy poco tiempo para cualquier tipo de ejercicios. Dentro de la disciplina del camino de los inmortales o camino de ermitaños, usted puede experimentar una sensación de calma que le proporcionará los cimientos de paz con los cuales podrá manejar su acelerado y demandante estilo de vida.

 

 

Después de un tiempo, los practicantes se dan cuenta de que dejan de verse involucrados en circunstancias antagónicas, llenas de conflicto y confusión. En lugar de eso, recurren a formas más saludables y positivas para interactuar con su familia, sus amigos y sus socios. Se dan cuenta de que sus relaciones se hacen más estables y maduras.

 

 

La práctica del Son-Do permite a los practicantes introducirse en el conocimiento del manejo de la energía vital para desarrollar los procesos particulares de la auto-sanación.

 

Dr. Joung Kwon Tae

 

Dr Joung Kwon Tae