"La Meditación del Ermitaño Dorado es un método esencial para la práctica del control mental y el flujo de la energía vital en nuestro organismo".

 

 

 

 

 

 

 

La mayoría de la gente considera que es común que la mente oscile de una idea a otra. Cree que es imposible tener el control sobre lo que se piensa o se siente. Se han dejado llevar por los malos hábitos de su mente. Para crear la energía positiva, imprescindible en el proceso de auto-sanación, los practicantes del Son-Do tienen que tener ideas positivas y emociones positivas. Esto significa que tienen que ser capaces de controlar sus mentes para pensar positivamente.

 

 

Retomar el control de la mente y sus pensamientos, puede resultar muy sencillo. La clave es la respiración. Aprender a meditar es aprender a respirar y tomar el control de la respiración permite a los practicantes controlar su mente y controlarse a sí mismos.

Cada respiración lleva consigo la inhalación misma de la vida y la exhalación de la muerte. Pero la respiración implica algo más que la vida y la muerte. Contiene algo en medio y más allá de estos conceptos. La respiración es natural, sencilla y fácil. Para empezar a comprender la respiración, una persona debe experimentar el acto mismo de respirar como un proceso autónomo y controlable a la vez.

 

 

Con la práctica, la respiración se convierte en la puerta hacia niveles de concentración y autoconocimiento más profundos. El concentrarse en la inhalación y la exhalación permite que la energía entre al cuerpo y, con ello, llega la comprensión de que hay una conexión invisible entre el cuerpo y la mente.

Abrirse a un nuevo concepto de respiración que incluye todo el cuerpo nos permite entrar en un estado de relajación total y de profunda recuperación, este es el concepto de meditación en el Son-Do.